Por Vickyvananda
ENTREVISTA A THEMIS TRAMA
"El ser humano tiene una gran necesidad de expresarse, sacar para afuera todo aquello que trae dentro.... Los sistemas educativos nos han cortado la posibilidad de reconocernos desde niños en lo que somos...... No sabemos cuál es nuestra misión en este mundo ni cuál es nuestro don para ofrecerlo"
El tener el privilegio de contemplar la fascinación de un niño de 2 años al plasmar su primera expresión gráfica en un garabato, fue una experiencia increíble de mi vida", nos expresa Themis, originaria de Uruguay, entusiasta, apasionada...... Llegó a México cuando sus hijos estaban pequeños y su país se encontraba en una dictadura militar. Tiene 65 años.
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| Taller "El Petate" |
Es psicóloga, estudió también música y pintura. Ha dedicado su vida a la investigación y experimentación con diferentes técnicas expresivas, apoyando a profesores de escuelas y universidades, ayudándoles a generar recursos en los casos de grupos con problemas de aprendizaje, violencia, bulling, agresión .. Al lado de su hermano creó "El Taller de Arte", donde investigaron y desarrollaron diferentes técnicas, entre ellas la del garabato.
En la actualidad mantiene un taller llamado "El Petate" (esterilla de palma que se usa para dormir) en una comunidad indígena en la Sierra Mazateca, en el Estado de Oaxaca, México, de donde es originaria María Sabina. Pone un petate en el piso de tierra y ahí trabaja con los pequeños. No depende de ninguna organización. Vive de lo que esta pequeña comunidad de ofrenda.
Durante la entrevista va comentando que el garabato es una forma universal de expresión gráfica, que todos comenzamos con ella, dibujándolo en la tierra, en la arena, usando el dedo o un palito, es como una primera huella, es una revolución en el interior, es algo nuevo que nace y que la misma maduración del ser humano envía, todo fluye y explota en el interior a través de este primer movimiento".....
Cuando el niño garabatea no quiere dibujar "algo", busca las sensaciones, no dibuja el agua sino el movimiento de ella, no dibuja la lluvia, sino su sonido, toda esa parte que como adultos la hemos perdido, ya no le damos importancia al animismo, no sabemos escuchar al mundo de la naturaleza, ni al de nuestro interior...... Cuando el niño comienza a contar lo que garabateó y no ha sido condicionado, su lenguaje se vuelve poesía que te quedas, ¡guau!, sorprendido.........
Los sistemas educativos truncan esa expresión poética y gráfica tratando de madurar al niño antes de tiempo en busca de la enseñanza de la lectoescritura, antes de que pueda coordinar su cerebro con su mano. "¡Cómo estamos asesinando la niñez con nuestro sistema , impidiéndoles expresarse como nace de adentro, frenando al futuro adulto!. Después aparecen los miedos, las ansiedades, los problemas de atención, el estrés, las obsesiones, las enfermedades. Hacemos que el niño odie la lectura y la escritura y cada día hay menos lectores.
Ha tenido la oportunidad de observar ese primer movimiento en un niño que nunca había agarrado un lápiz o crayola en el instante exacto y preciso en el que el pequeño descubre el garabato: "La cara de ese niño- lástima que no había cámara- era de fascinación, decía que no podía, que no podía, la mano no se movía, no podía coordinar el movimiento y de pronto.....¡bum!, como una explosión surgió de sus entrañas, invadió todo su cuerpo, como una energía que salía de muy adentro y su mano comenzó a recorrer la hoja, sus ojos se abrieron, la sonrisa se dibujo en su cara".......
“A los niños mayores con problemas se les lleva para atrás, hasta ese preciso momento, ayudándoles a reestructurar desde el primer garabato, y muchos de los problemas de agresión, violencia, atención, inhibición, se subliman en cierta manera y se descargan. Se transforman en algo nuevo, con un significado más positivo. Ha observado que en algún momento los niños, jóvenes y adultos entran en estados de meditación durante el manejo de estas técnicas terapéuticas.
A los talleres del garabato, se les acompaña con la música que puede ser, hacer música con el cuerpo, percusiones, sonidos, la representación, el movimiento, reuniendo en ellos prácticamente todo lo que son las diferentes artes, pues el niño cuando garabatea se expresa con todas ellas juntas.
Desarrolló con su hermano técnicas buscando caminos para llegar "al interior de uno mismo, sacar para afuera todo aquello que se trae dentro". Desarrolló talleres como el de, "Pedagogía y didáctica de las artes plásticas infantiles", para maestros, psicólogos, pedagogos y otros, como a apoyo para su trabajo.
Ha vivido en diferentes estados de México y además de su trabajo siempre ha hecho un trabajo altruista. En la actualidad vive en un ranchito en el bosque, en donde no hay servicio de luz, tiene que acarrear el agua, el piso es de tierra, y ahí recibe sobre todo a niños y trabaja con ellos las técnicas expresivas de sanación que ha desarrollado.
Themis me comenta que cada día necesita menos para vivir y que cada vez que cambia de residencia se va descargando de los apegos, haciendo su maleta más chiquita, tratando de vivir la vida como ella piensa o siente que la vida tiene que ser vivida, libremente, pudiendo llevar adelante todo lo que ha ido aprendiendo y volcándolo hacía los demás.
Ha escrito artículos en diferentes revistas como Tiempo Libre, Educación Hoy, El arte en México, participado en programas de radio y ha escrito varios libros de acuerdo a las necesidades que se le han presentado en cada lugar y que ella misma edita. Algunos son: "El libro del Garabato", "Didáctica y pedagogía de las artes plásticas infantiles", "El Taller expresivo como herramienta de trabajo para el maestro", "Cuentos infantiles", "Los cuentos del Maestro Ixim" (maíz), libro didáctico para niños de comunidad indígena, escrito en español y maya-tzeltal.
Al culminar la entrevista le pregunté a Themis que si quería expresar algo más y contestó:
"Necesitamos tomar conciencia de nosotros mismos y del papel que tenemos en este Universo, que cualquier acción que hagamos- por mínima que sea- repercute en todo él, que nos estamos desintegrando y perdiendo valores y principios, nos comportamos de forma muy egoísta. Es hora ya que el hombre despierte, que se vuelva ser humano, que deje de ser hombre o mujer, que se humanice y que realmente se vuelque a una labor altruista, que dé una parte de sí mismo pues es la única forma en que podemos lograr un equilibrio antes de exterminarnos, ya que si seguimos encerrados en "pantallitas", sin relacionarnos, vamos camino a la desaparición, las máquinas ya nos están esclavizando.
¡Adultos, reaccionen, despierten!, sean capaces de volver a encontrarse con la Naturaleza. ¡Respiren, encuentren en aire!, ¡No adormezcan a los niños, dejen que su alma aflore, que surja. ¡Dénle chance a que sean ellos mismos, porque cada día se obsesionan más en crear estereotipos, todos igualitos!. ¡Dejen garabatear a los niños, libremente, todo el tiempo que necesiten! ¡No les llenen de miedo, dudas y vergüenzas!
